Afirmó Ruben Gonzalez, luego de ser liberado.
del Tribunal Sexto de Juicio en función penal de Ciudad Guayana, que sentenciaba a siete años y seis meses de prisión al secretario general de Sintraferrominera que ahora sólo debe presentarse al juzgado cada 15 días.
viernes, 04 de marzo de 2011
“Te amo, Jesús”. Sí, sin dudas lo ama. Pero este jueves, Rubén González, con seguridad, veneró más que cualquier otro día a Jesús, como rezaba la gorra que llevaba puesta cuando confirmó, en la sede de Patrulleros de Caroní, que había sido excarcelado.
Luego de conocer que la condena de siete años, seis meses y 22 días a la que había sido sentenciado fue cambiada por un régimen de presentación quincenal, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera (Sintraferrominera) expresó no pocas veces su convicción religiosa. No habrá libertad plena, pero aseguró que es un alivio, sentido como un milagro, que no tendrá que permanecer casi ocho años tras las rejas.
En un tris la sede de la Policía Municipal de Caroní se convirtió, cerca del mediodía, en el centro de atención del país entero. Dirigentes sindicales y políticos se aglutinaron en la recepción para vitorear a González.
En pocos momentos, el remolino conformado por camarógrafos, periodistas, activistas políticos y laborales, funcionarios policiales y allegados a González, colmaron el recinto. Mientras el oxígeno era reciclado y el sudor perló las caras de todos los presentes, González se dirigió, con dificultad, a la mesa desde donde declararía.
El comandante de Patrulleros de Caroní, Saúl Cordero, encaramado en la mesa, solicitó calma para dar inicio a la rueda de prensa. José Ramón López, alcalde de Caroní, comenzó formalmente dando lectura a la Boleta de Medida Cautelar Sustitutiva a la Privación Judicial Preventiva de Libertad, de la Sala de Casación del Tribunal Supremo de Justicia.
“El ciudadano comisario general de la Policía Municipal Patrulleros de Caroní, del estado Bolívar, pondrá inmediatamente en libertad al ciudadano Rubén Darío González Rojas”. No hubo más dudas al respecto, y los aplausos estallaron.
El supremo en primer plano
“Primeramente, (quiero) darle gracias a Dios por todo esto. La palabra de Dios prevalecerá sobre toda injusticia que se pueda cometer, y que él no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y, sobre todo, dominio propio”, expresó González al comenzar el encuentro con los medios.
Luego de lo espiritual, esbozó su parecer de la medida, no cabe duda, política: “aunque contento, tengo que manifestar que no estoy completamente satisfecho. Tengo que decirlo porque lo tengo en el corazón: no es posible que me den una libertad condicionada. Creo que no me merezco una libertad condicionada, porque lo único que hice fue presentar a los trabajadores por una justa causa”.
González estuvo escoltado, durante la rueda de prensa, por Henry Arias (Alcasa) y José Rodríguez (Sidor), más conocido en el entorno sindical como “Acarigua”. Ambos aplaudieron las palabras del excarcelado.
El verdadero mensaje
Al ver que estaba rodeado por activistas de diferentes tendencias políticas, Rubén González agradeció, al tiempo que expresó un mensaje que, consideró, es clave en el entorno sindical y político.
“Quiero decir que hay sectores de la oposición que me apoyaron, y también hubieron (sic) sectores dentro del oficialismo que me apoyaron para que esto llegara a feliz término. ¿Qué quiero decir con esto? Que necesitamos reconciliarnos todos porque todos somos venezolanos. No podemos seguir peleándonos: vamos a buscar la alternativa, porque somos un pueblo”, manifestó en medio de aplausos.
Pidió “la garantía para nuestro funcionamiento”, refiriéndose al movimiento sindical. Para argumentar, mencionó a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo y a la Organización Internacional del Trabajo.
“No es posible que se le coarte la libertad a la dirigencia sindical. Los trabajadores lo único que pedimos es que se respete todo eso.
Nosotros tenemos que tener seriedad para dar propuestas ante el Gobierno, ante los organismos y ante las empresas, pero, oye, no podemos seguir con un dirigente sindical defendiendo los derechos de los trabajadores y el otro defendiendo los derechos de la empresa.
Eso está sucediendo en Guayana”, criticó.
Terrenos pantanosos
En medio del bullicio, surgió una pregunta: “¿cuál es el mensaje que da a esa dirigencia sindical que no se pronunció sobre su caso?”. La respuesta fue, por poco, simultánea.
“Los que no se pronunciaron sobre mi caso son traidores del movimiento, y eso está en sus conciencias. Los mismos trabajadores les pasarán factura”, expresó.
Igualmente sin el menor asomo de duda, aseguró que se mantendrá en el movimiento sindical y que, sin demoras, regresará a la Secretaría General de Sintraferrominera.
“Yo voy a la Secretaría General de Sintraferrominera, y voy porque me eligieron los trabajadores.
Yo no estoy usurpando ningún cargo. Sencillamente, me eligieron para dirigir los destinos de Sintraferrominera. A mí me preguntaron: ‘Rubén, ¿qué vas a hacer si, después que salgas, te siguen criminalizando?’. Bueno, me seguirán criminalizando pero tengo que hacer mi trabajo”.
Cerró la idea con un exhorto: “llamo a la dirigencia sindical para que demos un paso al frente y defendamos a los trabajadores (...) Si no sigo defendiendo los intereses de los trabajadores, soy un traidor”.
Ineludible política
Rubén González llevó, por sí solo, el tema de su excarcelación a terrenos políticos. Postergó la respuesta cuando se le preguntó si seguiría militando en el Partido Socialista Unido de Venezuela, pero sí aseguró no sentirse un “desestabilizador oposicionista”.
“Nada de eso. Lo digo con claridad: soy dirigente sindical, defensor de los intereses de los trabajadores, y los intereses de los trabajadores no tienen partido político. Hay diferentes ideologías, pero nosotros representamos lo que está consagrado en la convención colectiva. Yo soy revolucionario. Hay que hacerlo de corazón, y no de boca para vivir de la revolución. Hay muchos que pronuncian revolución cuando realmente no lo son. Realmente, son calculadores dentro del proceso que buscan cómo lucrarse”, denunció.
Después de saludar a “todos los reclusos de aquí, que son mis panitas”, y de manifestar su solidaridad con Carlos Chancellor y William Saud (quienes contemplaron todo el acontecimiento sin involucrarse) se refirió al control obrero.
“Si es con ese control obrero que se está instaurando, no estoy de acuerdo y tengo que decirlo. Tengo los elementos suficientes para decirlo. Vamos a medirlo en su justa dimensión: la propuesta es discutir con mucha seriedad, porque el control obrero son unos compañeros que están ahí, pero no los eligió nadie. El control obrero, tengo que decirlo con sinceridad, no lo eligió nadie”, finalizó.
González fue sacado en hombros de la sede de Patrulleros de Caroní. Junto con los que lo acompañaron, entonó Gloria al Bravo Pueblo antes de reencontrarse con la libertad, pues la celebración apenas comenzaba. ¡Vaya que amó a Jesús en los instantes que siguieron!
Fuente:Marcos David (Correo del Orinoco)
Foto: William Urdaneta
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